¡¡¡ PRECIOSO PASTOR ALEMÁN DE 5 AÑOS CON UNA TREMENDA HISTORIA A SUS ESPALDAS...
Después de dos adopciones fallidas, definitivamente... se ¡¡ queda con nosotros !!

Fotos actuales de Arco (4 de Agosto de 2013)

ARCO es un ejemplar de Pastor Alemán precioso. Tiene 5 años y unos ojos color miel increiblemente bellos.... Es un buenazo, cariñoso, listo, simpático y muy buen guardián. Sabe dar la patita y es muy obediente. Le encanta jugar y correr.

La historia de Arco nos habla de desamor, de desinterés, dejadez y abandono. Una chica quería a toda costa tener un Pastor Alemán y su papá le regaló un cachorro precioso. Solo pasaron unos pocos meses y la niña perdió el interés por su perro. Entonces el padre (quien nunca lo quiso), se lo dió a un comerciante que traficaba con animales, donde permaneció amarrado en un lugar lúgubre e insano a un metro de gruesa cadena durante meses, comiendo pan duro..... Arco lloraba por el hogar perdido, por su ama. Solo era un cachorro asustado. Aquel indeseable tipejo una vez lo utilizó para montar a sus perras, lo quería llevar a la perrera porque ya no le hacía falta. Un vecino le dijo que se lo diera para guardar su parcela en pleno campo, donde al escaparse varias veces, lo encadenó y así ha pasado 5 años de su vida.

Este ser noble, sediento de cariño y compañía, solo ha tenido durante todos esos años por techo las estrellas del cielo y la luna. Un sol insufrible, de fuego abrasador en verano, en el desierto árido de una parcela lejos del mundo donde el fango y el barro producidos por las lluvias torrenciales embadurnaban su piel, su pleo y el frío gélido del invierno cuyo hielo cubría su cuerpo como una manta metiéndose en sus huesos....................nada más. NADA (continúa)....

5 años llenos de una soledad impuesta. 5 años en los que solo tuvo por compañía los conejos del monte, los pájaros, el ruido del motor de los coches a lo lejos y sobre todo la esperanza de que un día su ama vendría a buscarle. Fueron demasiados años y su esperanza se fue apagando poco a poco hasta que solo le quedó la soledad....... Persiguiendo a una galga a la que perdí la pista, los ví. A él y a un cachorrito también de pastor alemán, y fue tanta mi pena, ví tanto dolor en sus ojos, que empezé a tratar de cambiar sus vidas. Costó muchísimo esfuerzo, mucho dinero, desaires y malas caras, convencer al dueño, pero el resultado fue que pude ponerles sus vacunas, desparasitarles y apartir de ahí, una buena comida diaria, todo a mi costa, claro. Al menos conservarían su salud. Y Arco empezó a pensar si yo no sería su dueña cambiada por el paso de los años. 4 años interminables para él y para mí, pero ya está a salvo y es feliz, muy feliz. Continúa...
Todos los días esperaba mi llegada con ansiedad y alegría. Através de la valla recibía de mis manos alimento para el cuerpo. Para el alma, mi breve compañía y caricias entorpecidas por las rejas. Quise para él una familia mejor que la que perdió siendo cachorro, una que nunca le fallara y lo llenase de ese amor tanto tiempo añorado. Solo encontró personas que lo querían para utilizarlo en sus naves o campos. Llegó una persona decidida a adoptarlo y lo devolvió a las 24 horas porque manchaba el suelo de su parquet cuando bebía, no tuvo paciencia.....
Otra quiso adoptarlo para una parcela y me negué a que volviera a estar en la misma situación, solo cambiando de lugar. Otra vez el desprecio para el noble Arco, la falta de responsabilidad. Al menos la primera persona que lo adoptó lo llevó a bañar. Contaba que hicieron falta 2 envases grandes de gel para que pudiera salir espuma de su pelo. Demasiados años acumulando suciedad....... Pero para él fué algo totalmente nuevo, estaba en el cielo... y volvió con nosotros, ya no teníamos corazón para volver a dejarlo en aquella soledad.
Cuando fué devuelto, de nuevo en mi casa, Arco quedó muy triste ¿lo sacaban del infierno, le mostraban el cielo y otra vez lo abandonaban?. Ante aquellos ojos apagados por la pena y el desasosiego de tener que volver a aquel desierto, empezó a apoderarse de Arco el sentimiento de su terrible soledad, de no tener a nadie, una vez más. Ante su cara tan limpia y suave llena de tristeza, no tuve corazón ni el valor suficiente para llevarlo allí de nuevo. Me propuse tenerlo unos días hasta que al dueño le dieran las vacaciones para comprobar cómo se portaba en un hogar, en una familia, ofrecerle la oportunidad de recordar y sentir el calor y el amor de los humanos, de ser querido...
Aquí, en estas imágenes teneis la prueba: tranquilo, sereno, agradecido, obediente y cariñoso. Es un animal espléndido, de gran belleza y porte. Sólo quiere cariño y compañía, caricias y palabras que le suenan a cascabeles. Él corresponde con su mirada fiel, su adoración y entrega. Pero al mismo tiempo que nadie pretenda entrar en esa casa que lo acoge porque la defiende a muerte. Bendito Arco, qué nobleza y generosidad a pesar de tanta calamidad sufrida !!!! Sólo tienes en tu contra la enorme fuerza de tu cuerpo que deberás aprender a controlar porque nadie se entretuvo en educarte. Aprender a caminar a nuestro lado y a no ser agresivo con otros perros de la calle.
Su larga y pasada soledad le lleva a desear la compañía de otros animales, se integra en sus juegos (con ventaja, claro) y en sus correrías. Con los tres perros de la casa disfruta y ellos con él, aunque una pata suya los puede aplastar, pero ya tiene cuidado....., es muy inteligente y está aprendiendo a medir su fuerza. Sobre estas líneas con el cojito Bon, quien lo adora. Abajo con Perlita y su hermana Lorea.
Arco está viviendo el sueño que constantemente lo persiguió desde que su ama lo abandonó y que el paso del tiempo se encargó de borrar o suavizar porque dolía demasiado. Aún no cree que esté viviendo con una familia, que lo quieran por él mismo, que lo mimen, que lo acaricien. Es un oso de noble corazón y alma de cachorro. Nunca tuvo oportunidad ni nadie le enseñó a saber lo que son los juegos, se perdió la edad para ellos. Arco teme despertar de este dulce sueño, por eso desde que está en casa, no pisa nunca donde da el sol, nunca. Todavía lleva en su piel la asfixia de aquel tórrido calor que sufrió en silencio tantos, tantos años. Tampoco le gusta demasiado salir cuando llueve o hace frío, prefiere estar en casa, calentito. Ya pasó bastante sufrimiento, ya le llegó la hora de vivir dignamente.
Lo que no le impide pedir salir a la calle constantemente, los paseos largos los disfruta con placer. Sabe donde se guarda el collar, la correa y se pone sentado delante del cajón, en espera de que alguien lo pueda sacar. En casa es consciente de su volumen y procura ponerse en un rinconcito sin molestar, agradecido de poder estar con los demás.
Osito mío, la parte más difícil, está hecha, han sido años muy penosos, tanto para tí como para mí, pero ni un solo día he faltado a nuestra cita, estuviera enferma, lloviera, nevara, hiciera viento y frío o un calor incapaz de soportar. Todos, todos, todos los días he ido a verte para mitigar tu soledad aunque fueran breves minutos, llevarte tu comida para que no pasaras hambre. Estropeé el coche varias veces al meterme por aquel maldito ¿camino? y más de una vez me he caido al suelo para llegar a tí. Pero hoy por fin te tengo a mi lado, aunque no puedes quedarte definitivamente conmigo, mi edad no me lo permite. Tú necesitas, aparte de nuestro cariño, quien te saque a pasear todos los días varias veces, quien te eduque para que aprendas a correr en libertad, que te enseñe a caminar sin tirar, alguien que te ofrezca su casa, su amor, su atención y que nunca te falle. Lo buscaremos, te lo prometo. Mientras, deja de sufrir en sueños por tu pasado, deja de llorar, que me partes el corazón cuando te oigo y vive el presente, este presente que te ofrezco con todo mi amor.
Fotos de Arco (24 de abril 2013) pequeño vídeo comiendo y un huesito
Bajo estas líneas, cuando los llevaba a vacunar. Yaqui y Arco se portaban genial, pero el veterinario tenía que salir a por Arco, porque yo sola no podía con él.
Bajo este texto, algunas fotos de cuando estaba en ese sito infernal,
Fotos de Arco ( 3 de abril 2013)
Fotos del pasado año 2012